Voy en el bondi, sí, parada y apretada -volvería a elegir estudiar comunicación-. Sí, con un viejo verde que me mira fijo y hace gestos -ahora a ponerse con los próximos proyectos de la ONG-. Pero no se inmutan ni mi buen humor ni lo más importante, mis ganas de estar así.
Y son cientos de cosas las que se me pasan por la cabeza -está bueno esto de haber tomado buenas decisiones últimamente-, para no perder la costumbre siempre arremolinadas, así que de vez en cuando saco el cuaderno para anotar como puedo -es fascinante el contraste de las hojas amarillas contra el cielo turquesa- y con letra de bondi las tareas más inmediatas y las ideas esenciales -quiero hacer más de todo esto-:
- Llamar a X.
- Mandar fotos a D.
- Averiguar por H.
- Mandar mail a M.
- Organizar F con L.
No anoto que estoy felíz, porque se me transparenta en la cara. Mientras, Goy canta que aquí hay semilla, y con qué razón.
3 comentarios:
Suena a felicidad tranquila, felicidad por felicidad y no por cosas mágicas que bombardean felicidad. Creo que de tanto decirla medio que perdió sentido la palabra, pero es una buena felicidad.
que lindo saberte tan bien.
y organizada.
me falta un poco de ambas cosas
por no decir mucho.
un saludo grande desde la lejania.
Eee! Copado estar feliz! Arriba :)
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