Deshice. Mastiqué. Escupí. Deglutí. Vomité. Desgarré. Digerí.

Es decir, entendí.

(Como ahora, que veo el mar de palabras que se me esconde entre los dedos. Que asoma sin anunciarse. QueinundaQuecantaQuesuenaQuesueñaQuevieneQuecrece.)

¿Te das cuenta?

No se pueden guardar. Las palabras no se pueden guardar porque se escapan. Se filtran, gotean desde la boca, desde la nariz, los dedos, el estómago, los pies. Empujan y brillan y tejen puentes, que a veces se construyen para ser quemados.

No, bueno, es que las plantas siempre me gustaron. No es que antes no me gustaran, siempre les puse música y les hablé. Porque dicen los que saben -los de dedos verdes- que les hace bien al verdor y te crecen fuertes y hermosas.

Y es verdad eh. Me están creciendo con ganas. Exuberantes, casi fosforescentes y para todos lados. Desde el estómago o la garganta, buscando la luz se ramifican hacia todos los rincones empujando, cambiando órdenes. A veces -pero muy pocas- siento una pequeña, pequeñísima explosión y sé que alguna raíz avanzó.

Por eso también de vez en cuando saco alguna flor de mi boca. O de mis oídos. Porque como decía, a las plantas la música les encanta.

Me agarró la tormenta

Me agarró en el medio del camino.
Y nadie te prepara para que te extrañen con los pies mojados.
Ni para el libro de Julio después del Capítulo VII.
Ni para las horas suspendidas.

Pero acá estoy, empapándome felizmente.  Qué barbaridad.

Nosévistesonesascosasquenoentiendenadiemenosquemenosvosperoquealfinyalcabonopuedensertanmalasporquedalenenadecílaverdadlosapuntessetecaganderisalasonrisaesevidenteyetssáslífezdigoestásfelíz.

La falta de aire

se solucionaba así

inhalando desde donde 

se es puro

desde cada uno de los orígenes, 

hundiéndose en la raíz,

respirando desde la semilla

(esa que siempre es cierta) 

dejando que salga 

del interior

-así, subiendo con la voz-

proyectado

en la palma de mis, tus manos

hasta descubrirlo ahí donde se anida. 

En los ojos -¿dónde más?-

Normalmente las palabras salen como vienen, de a muchas, solitas, sin preguntarle mucho permiso a mis dedos o a mi boca.

Andá a saber por qué, pero últimamente las tengo que forzar a salir, porque como todos sabemos, las palabras no dichas ocupan demasiado lugar y son un peso que cansa, no quiero que se queden conmigo. 

Pero no hay caso. Ahora, por ejemplo, las estoy sacando con barreta a fuerza de Tracy Chapman y aire fresco, pero sé que las muy turras no tienen ganas ni siquiera de organizarse para decir algo claro. 

Y lo único que se me ocurre es que de tanto que estoy leyendo, pensando y elaborando, no les estoy dando tiempo a acomodarse. Se acumularon y se embotellaron. 

(O quizás esto es lo que pasa cuando en realidad las palabras no tienen que salir porque van dirigidas a vos misma. Pero obviamente no voy a admitir eso, porque tendría que darme cuenta de que entonces seguramente se me enredaron entre los signos de admiración y de pregunta.)

Tengo

Un inconsciente que es un boicotero malparido.
La cuarta cuerda de la guitarra rota, ergo, abstinencia musical.
Unos mates arreglados con AmigoArreglaCosas -guitarras y pensamientos desordenados, entre otras-.
Una lista de películas y libros pendientes cada vez más extensa.
Mucho material para canciones que no sé escribir.
Un par de proyectos nuevos.
Dos pasajes menos que hace exactamente un año -el pasaje al Sur y el pasaje a las nubes-.
Tíos, primos y tíos abuelos viejos nuevos.
Una urgente necesidad de estar recién subida a un micro, mirando cómo se aleja todo por la ventanilla, con el mate en la mano y los auriculares puestos.
Una crisis existencial incipiente que intento callar subiendo el volumen de los parlantes.
La peor época del año para memorias.
Ganas de poner una planta con flores en mi habitación.
Un puñado de canciones que no puedo escuchar, y otro puñado que no me pueden faltar.
Que sacar la pava del fuego.

Música

No, no me estoy quedando dormida, te estoy observando con detenimiento.
Sí, acá, atrás de mis párpados. Mis ojos me distraen de la hipnosis de tus colores.
Es que escucharte es mi forma preferida, porque es con mis oídos que realmente te veo.

Esa es toda la tarea

Encontrar el placer de volver a encender todas esas l u c e s que en algún momento te habitaron.

(O, por qué no, luminarias nuevas).

Empezar a buscar un poco más de... ¿cómo se escribe...?

V          o.
  é      g
    r   i
      t

Re-cordis

Dos semanas y todavía no me hago a la idea.
Quince días y sigo sin asimilarlo.
Y aunque no sepa cómo hablar del tema, y sienta que éste no es el espacio, necesito mencionarlo, porque no me surge escribir sobre otras cosas, porque me hace falta sacarlo del pecho.

Nunca pude con la idea de esa ausencia. No me entra en la cabeza esto de estar y de repente, no estar más.
Pero con vos es increíblemente más difícil.
No entiendo que no estés, amigo.

Bocanada

Espacios en los que a la tierra no le duela el asfalto, de aires entramados en esos colores que escasean, que silban en el viento, que duelen de faltar. Espacios en los que las líneas salgan por impulsos limpios, tracen su recorrido surcando espacios, acortando sideralidades, alejando fantasmas, transfigurando dobleces ya achacados.      / Horizontes pulsantes de vida, libres de salir de sus imágenes y ser en donde sea. Donde se los quiera. Donde los busquen los encaminados devotos de las alas en sus espaldas, los amantes etéreos que dibujen almas en danzas sublimes, a compases pujantes de verdades.       / Que el mar (ese siempre tan nuestro, ese siempre tan extrañamente sagrado) arroje eternamente su rompiente en las palabras que se perdieron, en las confesiones que se rompieron. Que cubra los silencios huérfanos con ecos inmensos, las soledades de aire rebosante de sinfonías -cubiertas también las esperas de espuma-.


(Como a casi todo, sólo le encuentro sentido con música. Con esta, específicamente)

Y hay algo que me falta.
Porque hay gestos que  n a d i e  te roba. 

("Hasta el más pequeño gesto puede contener toda la magia del mundo." -Ene. Jorge Carrión)

Ese lugar increíblemente cómodo donde te hacés chiquita, cabés perfecto y te querés quedar. Absolutamente todo está bien. Y no hay nada más.

Si, era exactamente así.

La puta madre. Alguien que me pegue un sopapo.

Ayay

Ok. Honestamente estoy escribiendo esto como modo de evasión. Pero es que tengo ganas de hacer muchas cosas para las que ahora no tengo tiempo, y tengo que hacer muchas cosas de las que no tengo la más mínima gana. Mucho acumulado (ponele).

La cuestión es que meterme en la cabeza dos unidades de Historia de los Medios de Comunicación para rendir el jueves un recuperatorio que me permita después meterme cuatro unidades para dar el final el otro jueves, cuando tengo la cabeza tomada por ideas variopintas y de toda índole, menos de la historia de los medios es una cagada. Apesta (ponele).

En este mismo momento quiero estar en un montón de lugares, y "acá" no está en la lista (y es larga eh...) Creo que el asunto principal es que extraño. A mucha gente. Pero extraño con ganas. Y a muchos se los digo para ver si así aflojo, pero a muchos otros no. Así que

Te extraño

TE extraño. 

Te extraño.                       Te extraño.               T e  e x t r a ñ o. 

Te-extraño. 

T-e e-x-t-r-a-ñ-o. 

 TE EXTRAÑO  

Ahora sí, a ver si puedo seguir leyendo (ponele).

No sé ser indispensable,
pero todo este  e s p a c i o  alrededor mío

                                                
                                                ya me sofoca.

Quiero un mimo,
que me descontracture lo que en este momento me queda de amor propio.

Duda existencial

¿Por qué la gente que por la calle lleva paraguas insiste en ir del lado de los techitos?

Eh, ¿por-qué?

Últimamente

Algo muy parecido a eso.

Por problemas con el suministro marque 1

Take me away from this big bad world
and agree to marry me   ♪    ♫

Hoy me levanté cantando eso.
0-800-inconsciente: ai nid sam jelp. El agua se me queda a medio camino de la tubería. No ve el tanque ni de lejos.

Ehm. Era eso. Capaz ahora dejo de cantarla.
Un beso a todos los que me conocen, la radio está re buena.

Y es que

Tengo unos      pajaritos  que me queman la cabeza,

cantan  canciones   deformes  que no me dejan  dormir  la  ♥siesta♥.

Tengo lo que se dice "más dudas que certezas".

(y una voz secreta que me dice que...)

"Si te vas", Sancamaleón