¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
E. Galeano
jueves, junio 07, 2012
Y
Esperás ese ruidito bendito mientras mirás ésto y la cara del viejito -que casualmente te enterás que es poeta y causalmente hace cosas como ésta- te dispara otra vez el botón del agua que creías haber desactivado por hoy, y que como sigas así te va a cagar el teclado, y entonces mejor acordarte dónde carajo dejaste el paquete de pañuelitos, que decidís buscar después de comerte ese chocolate que viste en la alacena esta tarde, y que hizo que abandones el mate cocido que se enfría al lado de la compu en la que ves pasear tus dedos desnudos, y reparás en esa necesidad extraña que tuviste de sacarte los tres anillos que tenías pegados, igual de pegados que esos retazos sueltos de adolescencia de mierda que no se termina de ir, y que de vez en cuando se asoma a mojarte de mocos las mangas del pullover y atarte la voz al fondo del estómago, o del pozo o lago que hay en ese mundo demasiado grande y lleno de recovecos que tenés y en el que por momentos te extraviás porque se te está sobrepoblando de letras sueltas y fotos sin papel y versos de Mario y melodías que laten y conversaciones vivas y escenas rebobinadas y cosas y quiero una frazadita que se me enfriaron los pieses.
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