La Farolera tropezó y en la calle se cayó
y al pasar por un cuartel se enamoró de un coronel.
Alcen la barrera para que pase la Farolera
de la puerta al sol,
suba la escalera y encienda el farol.
A la medianoche me puse a contar,
y todas las cuentas me salieron mal.
Ehmm...
Si, creo que lo que tengo se llama miedo.
1 comentario:
Si el hipo se cura con un buen susto...
querés que intentemos prococarte hipo para curarte el miedo?
Extrañote!
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