¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
E. Galeano

miércoles, octubre 16, 2013

Vómito

¿Y qué si me quiero volver azul, de terciopelo? No hay impedimentos. 
Aunque está el tener que estar... 
Siempre el no al no. Siempre fija. 
About to explode. 

Pavadas, nena, son todas pavadas. 


lunes, octubre 07, 2013

Tomo impulso para incorporarme, con el pelo en la cara y los ojos todavía lagañosos. Sentís -asumo- el cambio de peso en el colchón, mis manos que se van. Con los ojos todavía cerrados y casi sin mover el resto de tu cuerpo estirás la mano y agarrándome de la cintura me atraés de nuevo a vos. Me dejo. Pasás una pierna por sobre las mías, y tus brazos se me enroscan. Sonrío. Y no hay más que el olor de tu pecho, la calma de tu respiración, el desdibujamiento de tus límites contra los míos.

(Bueno, sí, hay esta felicidad inconmensurable que me regalás.)


lunes, septiembre 09, 2013

Mis árboles

Membrillo
Guayabo
Castaño
Naranjo
Robinia
Roble
Laurel
Granado
Higuera
Limonero
Persea americana (árbol de paltas)
Mandarino
Pino
Araucaria
Paraíso
Gomero
Níspero
Banano
Enredadera
Lavanda
Salvia
Melisa
Menta
Romero
Ciboulette
Hibisco
Glicina
Jazmín del Paraguay
Rosal
Conejitos
Monstera (Costilla de Adán)
Jazmín amarillo
Aloe vera de hoja angosta
Jazmín del cielo
Margarita amarilla
Jacarandá
Una huerta con frambuesas, tomates, aromáticas, lechuga, albahaca, zanahorias y algo más.

Los árboles y plantas (los que puedo rescatar de mi olvido) que había en la casa de mi abuela. A ellos también los extraño.

viernes, agosto 23, 2013

Corto las hilachas.
Limpio las miguitas y paso un trapo. 
Saco la ropa que no uso. 
Tiro los papeles que ocupan lugar al pedo. Y que juntan polvo, que me da mocos y me hace estornudar.
Ordeno los pares de medias, pongo las remeras en su cajón y la ropa interior en el suyo respectivo. 
Riego las plantitas. 
Me corto las puntas.
Busco mochila y carpa. 
Beso, lamo y acaricio lento, consciente.  
Planifico el sur. Planifico el mar. 
Saco más fotos. 
Purifico, destilo, limpio, al caño con lo que sobra. 
Quiero la esencia. Lo fuerte de mi, que hoy quiero que sea de pocos. Me reconcentro en lo que me hace bien para contagiar, y ¿sabés qué? No me para nadie. 

miércoles, julio 24, 2013

Quiero escribir, y me voy en palabras pelotudas, sueltas, que no van al blanco. Lo rodean, le pasan por al lado ahí cerquita, pero ni modo. 
¿Que es negación? 
Puede ser que haya algo de eso. Pero creo que en este momento estoy transitando, y escribir mientras transitás nunca es fácil. Estoy arriba del colectivo, y entre subidas y bajadas, vueltas, coleos, volantazos, pozos y miradores (porque siempre hay que poder parar a mirar el paisaje, no vaya a ser que nos olvidemos de dónde estamos), la letra me sale desprolija. Entonces mucho no entiendo. 

Y entonces me doy cuenta de que la letra prolija me importa un carajo. Si lo que quiero es el registro, el testimonio, que la letra salga como tenga que salir y los renglones se mezclen y los márgenes se me abarroten. Que el tránsito esté en el texto, porque hoy el tránsito es mi texto. 

miércoles, junio 26, 2013

Deshice. Mastiqué. Escupí. Deglutí. Vomité. Desgarré. Digerí.

Es decir, entendí.

(Como ahora, que veo el mar de palabras que se me esconde entre los dedos. Que asoma sin anunciarse. QueinundaQuecantaQuesuenaQuesueñaQuevieneQuecrece.)

¿Te das cuenta?

No se pueden guardar. Las palabras no se pueden guardar porque se escapan. Se filtran, gotean desde la boca, desde la nariz, los dedos, el estómago, los pies. Empujan y brillan y tejen puentes, que a veces se construyen para ser quemados.

viernes, marzo 01, 2013

"(...) Poner al día, vaya expresión. Hacer. Hacer algo, hacer el bien, hacer pis, hacer tiempo, la acción en todas sus barajas. Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la acción podía colmar, o que la suma de las acciones podía realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara (...)."

Capítulo 3 - Rayuela

martes, enero 08, 2013

Esto no es un balance

Solamente es poner por escrito que cada día me gustan más las plantas.
Que estoy incorporando de a poco el desayuno a mi día.
Que honesty is the best policy.
Que adoro mi carrera, pero no pienso hacer de ella mi vida.
Que es importante poner en burbujas y dejar ir.
Que un par de veces a la semana desayuno con una trompeta de fondo.
Que la edad es un número arbitrario.
Que las tardes de sábado se hicieron para caminar por Buenos Aires.
Que a veces soy una guitarra.
Que la mochila hay que agarrarla bien y limpiarla seguido, para que no acumule peso inútil.
Que mientras más veces me despertás para que te abrace, mejor duermo.
Que las cotorritas pican.
Que la mejor superficie para escribir es la piel.
Que "sólo hay que ceder cuando suelte el hilo que te amarra de la piel."
Que a lo imposible se lo posibilita mirándolo desde otro lado.
Que hay una distancia entre el deseo y el mundo, pero sin deseo no hay mundo.

sábado, noviembre 17, 2012

Geometrías

La plenitud insospechada que puede darte un triángulo que se vuelve cuadrado.


jueves, noviembre 01, 2012

No, bueno, es que las plantas siempre me gustaron. No es que antes no me gustaran, siempre les puse música y les hablé. Porque dicen los que saben -los de dedos verdes- que les hace bien al verdor y te crecen fuertes y hermosas.

Y es verdad eh. Me están creciendo con ganas. Exuberantes, casi fosforescentes y para todos lados. Desde el estómago o la garganta, buscando la luz se ramifican hacia todos los rincones empujando, cambiando órdenes. A veces -pero muy pocas- siento una pequeña, pequeñísima explosión y sé que alguna raíz avanzó.

Por eso también de vez en cuando saco alguna flor de mi boca. O de mis oídos. Porque como decía, a las plantas la música les encanta.