Y en cada una de las ramas como brazos abundaban las mariposas, también verdes, etéreas, que revoloteaban por todas partes cortando el aire, presumiendo sus alas y su suerte de volar. Tenían todavía encima rastros del capullo que las había refugiado durante su metamorfosis.
Y desde el tronco me miraban tímidas las orugas que esperaban su momento de suerte, y me recordaban que así, sin elegancia y atadas a su suelo, eran necesarias y anteriores.
1 comentario:
No pude evitar quedarme con
''necesarias y anteriores'' aunque solo ''eran''.
Me gusta como escribis.
:)
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