¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
E. Galeano

viernes, septiembre 10, 2010

En una semana

Llorar a voz en cuello hasta sentir que no te queda una sola lágrima más.
Cantar con toda la capacidad de tus pulmones.
Sentirte la más superada.
Reírte hasta quedarte sin aire, hasta que te duelan los cachetes y la panza.
Olvidarte.
Acordarte.
Ser "todo terreno".
Preguntarte qué hubiese pasado si...
Poner el hombro.
Extrañar.
Permitirte necesitar que te pongan el hombro a vos.
No entender qué extrañas. 
Querer desesperadamente uno de esos abrazos.
Volver a endurecerte. 
Cansarte de extrañar.
Querer borrarte del mundo. 
Sentarte a revolver cosas viejas.
Descubrir más canciones que te ponen la piel de gallina. 
Reírte mucho, pero mucho más.
Encerrarte en un auto a escuchar Abbey road al mango y dejar que te revuelva todo.
Escribir boludeces que no van a ningún lado, pero que son catárticas.

Darte cuenta de que después de todo sos la misma de siempre, cambiada pero igualita.

3 comentarios:

gabi dijo...

intensidad, le dicen
y sí, es genial darte cuenta de que se siente increíble estar viva :)

Eleanor Rigby dijo...

sentarte a revolver cosas viejas...creo que es mi pasión!

Nico dijo...

Cambiada pero igualita..
De todas las actividades que nombrás, uno debería hacer solo las que le hacen bien. Es fácil decirlo pero no hacerlo.

Abrazo.