¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
E. Galeano

jueves, julio 16, 2009

Lecciones de(l) tango

Hoy mi vieja me invitó a cenar a lo de Silvia, una amiga suya que estrenaba restaurant.
Y en este estado de cosas (más bien, de cabeza), de lo último que me acordé fue de que su amiga es instructora de tango. Y mucho menos iba a sospechar que la cena iba con bailecito. Un bailecito en el que, de cualquier forma, y por primera vez en mi vida no pensaba participar, contando con que tenía la misma idea de cómo bailar tango que de física cuántica (y creo que la física ganaba).

Así que me agarró muy por sopresa que Osvaldo, pareja de Silvia, pretendiera sacarme a bailar apenas terminé de comer el plato gigante de locro que me habían puesto enfrente (que, para ser sincera, no me costó mucho). Pero era como me dijo Flora nomás, este señor, mezcla de Lord inglés con "rocanrolneneneneneee", además de tener una mano increíble en la cocina, hace bailar hasta a los muertos.

Así, y practicando con un par más de valientes es que salí bailando el básico, y hasta saqué un par de figuras.

Pero lo más importante que aprendí hoy es que si hay dos, y el abrazo es firme, no hay forma de caerse solamente por perder el equilibrio.
Tampoco hay peligro de pisarse mientras los dos mantengan los pies en el suelo.
Es vital, siempre, para no perderse, volver a cero, al origen.
Y sobre todo, que para que ciertas cosas salgan bien, no hay que pensar. No pretender adivinar. Muchas veces, lo esencial es solamente escuchar, relajarse, sensibilizarse, y dejarse llevar. Fluir.

2 comentarios:

MaraEstefanía dijo...

dejalo fluir^^
sabés que?
FUNCIONA
creeme

MaraEstefanía dijo...

sacá esos peces.
siempre me qedo como 10 mins dándoles de comer xD