Toma el tren hacia el Sur

Y me fui a mochilear al Sur nomás, y ya volví, con casi nada de ganas de ver otra vez a Buenos Aires pero con pilas de energía nueva, los pulmones limpitos, los ojos maravillados, el cerebro oxigenado y la cabeza renovada (ah, y con 2.500 fotos -literalmente-).

Creo que la palabra para resumir el viaje no puede ser otra que F e l i c i d a d. Mucha, todo el tiempo. De esa que te da cuando te enamorás del lugar, de la gente, de la vida (¡daaaale goma!). Es que es algo así como dice Joaquín, "con la carne del alma de gallina".

Todo fue demasiado genial:

Demasiada risa

Demasiada buena onda de demasiada gente linda, 

Demasiados lugares indescriptibles

 (Lago Espejo Chico, Ruta de los Siete Lagos, Neuquén -las mejores jodas-)

 (Lago Nahuel Huapi, Bariloche, Río Negro)

 (Cajón del Azul, El Bolsón, Río Negro -simplemente i-n-c-r-e-í-b-l-e)

 (Lago Puelo, Chubut, -tinta turquesa, impresionante-)

 (Cascada en Traful, Neuquén)

 (Mirador Traful, Neuquén)

 (Volcán Lanín, Parque Nacional Lanín, Neuquén)

(Lago Traful, Villa Traful, Neuquén)

Y ahora no puedo parar de pensar "¿Qué cazzo hago en Buenos Aires?". Pero bueno, ese tema se verá. 

Por lo pronto lo dejo acá porque es imposible resumir el viaje en una entrada. No se si te dará la misma sensación que a mi, pero esta canción y esos paisajes... asldljhrkutrgnfgmeurdnbfvdbvhd

¡AH! Y el verano que viene nos vamos al Norte, pero ¡shhh...!